¿Ya gatea?,
¿no habla todavía? ¿No come?, ¡Cómo se engríe con su mamá!, ¡Te va a agarrar de
chupón!, ¿Ya habla?, ¡No lo estás abrigando lo suficiente!, ¿Ya va a al nido? ¿Estimulación?,
¡Esta muy movido!, ¿No tiene horario?
¿Te suena familiar? Toda mamá alguna vez se ha sentido
bombardeada de preguntas, consejos y críticas “constructivas” con respecto a la
crianza de nuestros hijos. La mayoría de estas frases vendrán de familiares (tuyos
y los de tu pareja). Por eso es necesario tener en stock mucha paciencia y tino
para responder sin caer en pleitos con la familia, pero también se requiere de
tino para aconsejar.
Cuando uno, es mamá (sobre todo primeriza) estas
nerviosa por todo, quieres ser la mejor mamá del mundo, te esfuerzas para eso y
molesta que vengan a decirte que no estás haciendo bien tu chamba. Esto hace que a una le salga lo leona y este
tentada a mostrar los dientes, no las culpo recibir una critica esta bien
siempre y cuando sea constructiva, pero
no pretendamos recibir bien cosas que nos quieren imponer.
Sin embargo, recordemos siempre (cuando estemos en
una situación parecida) que la persona que te hizo ese comentario seguramente
quiera lo mejor para tu hijo, y crea que es dueño (a) de la verdad, la gurú
acerca de la crianza de hijos o simplemente carece de tino para decir las
cosas. Cálmense pensando que lo más seguro es que te aconseje porque le
preocupa tu bebé y quiere lo mejor para él o ella.
Cada una es responsable de cómo lleva la crianza de
sus hijos, obviamente nadie nace sabiendo y los bebés no vienen con manual de
instrucciones (aunque sería lindo), pero
uno no es loca para hacer algo que vaya en contra de la salud física y
emocional de su hijo. Lo más probable es que escuchen de todos decir que
deberíamos escuchar los consejos de las abuelas, suegras, mamás, hermanas,
amigas con hijos, pediatras y doctores por un tema de experiencia.
Vamos por partes, el grupo de las mamás, abuelas,
suegras, y todas ellas tuvieron sus hijos y la oportunidad de criarlos como les
dio la gana, seguramente habrán escuchado y seguido varios consejos, así como
también habrán desechado muchos de ellos.
Ahora llegó tu oportunidad de hacer lo mismo, así que no hay porqué
sentirse mal al respecto. No, no estas siendo malcriada. Estas siendo una mamá
que se equivocará, quizás no, pero nadie es perfecto y ellas tampoco lo son.
Recuerda siempre eso.
Por otro lado están los pediatras, muchas mujeres
hacen al pie de la letra lo que dice el pediatra. Yo misma cometí ese error el
primer mes de mi bebé. Tranquilas, el pediatra en este caso NO ES LA LEY, ni la
biblia. Ellos han estudiado medicina, no un curso de crianza.
En un mundo ideal, sería bueno siempre recibir
consejos cuando los pedimos, lamentablemente no es así. Solo hay que tener
paciencia y sonreír. Es estresante, lo sé, es difícil, lo sé. Nadie nace
sabiendo, y el día que nació tu hijo nació una madre. Meterás la pata hasta el
fondo, como también escucharás más adelante decir a tu hijo que eres la mejor
mamá del mundo y que no te cambia por ninguna.
¿Qué mejor recompensa que esa? Olvídense del resto, el tiempo pasa
volando, los bebés crecen rápido y no hay tiempo para andar molestas por
comentarios de terceros.