Me animé finalmente a hacer un blog donde pueda compartir las experiencias de una mamá normal, una mamá como tú o como yo. Una mamá de carne y hueso que se equivoca y también llora. En la tele vemos mamás perfectas y bellas, siempre con una solución a todo. Pues aquí están las reales, con muchos defectos y virtudes, las imperfectas que día a día entregan su corazón en bandeja sin pedir nada a cambio. Para ustedes inexpertas e imperfectas con mucho cariño.
Huggies hizo un sorteo donde participaron miles de parejas, la condición era estar embarazados. Fueron 12 parejas ganadoras quienes tuvieron la linda oportunidad de experimentar algo realmente único y bello. Sabemos que cuando estamos embarazadas, sentir las pataditas de tu bebé es algo realmente hermoso. Lamentablemente, ellos no lo sienten como nosotras y se pierden un poco de todo eso. Podemos describir lo que sentimos cuando nuestros bebés patean o se mueven pero no es lo mismo. No cabe duda, que siempre nos robamos el show
Es por eso que Huggies quiso regalar esta linda experiencia a los papás para que ellos también disfruten de algo que no podrán hacer todos los días: Sentir las pataditas y movimientos de sus bebés. Este evento fue en la Clínica Santa Isabel (buenísima, por cierto, especialistas en maternidad, ginecología y embarazos). Les explico en qué consistió lo de la faja. Como vieron en el comercial, la madre tiene puesta una faja y el papá también. Los movimientos y patadas que haga el bebé serán sentidos de la barriga de la mamá a la barriga del papá en tiempo real.
Me invitaron a probar la faja para que como mamá (que ya he pasado por esto) vea si los movimientos se asemejan o no a la realidad. Les soy franca, es una experiencia alucinante. Yo ya lo he vivido, pero ahora que no estoy embarazada, el sentir los movimientos de un bebé en mi barriga, en tiempo real, emociona mucho. En cuanto a si tiene parecido a la realidad, si la tiene. De hecho, no lo sienten tan fuerte como lo sienten las mujeres, se siente más bajo, pero lo suficientemente fuertes para sentirlos, muy reales. Yo recuerdo, que cuando estaba embarazada sentía como mi bebé se estiraba y podía sentir sus manos en un lado de la barriga y sus pies en otro. Y sentí lo mismo con la faja. Si a mi que ya soy mamá conmueve, no puedo imaginarme de alguien que nunca lo ha sentido.
Me encanta todo este concepto que han trabajado, el de querer incluir a los papás en este proceso, en darles un poco de protagonismo, se lo merecen después de todo. No por el hecho que no sientan lo que sentimos, tienen que ser dejados de la lado en esta hermosa etapa. Después de todo, ellos también están embarazados.
Ando en una especie de limbo en cuanto la comida. Mi hijo a veces no quiere comer nada y no sé de qué vive, y otras veces devora todo. Nunca sé cómo será mi día en lo que concierne a las comidas. Si querrá o no, si comerá o no... toma harto liquido eso sí, pero nadie vive de eso. Le encantaba la sopa, ahora lo que hace es tomarse el caldo y dejar el resto (toneladas de paciencia para mi por favor). Como mamás me entenderán, cuando les digo que siento mi corazón estrujado de la preocupación cuando no quiere comer y cuando come todo, soy la mujer más feliz, me dan ganas hasta de hacer aspa de molinos de la felicidad. Claro, que no puedo decirle nada, a penas alguien dice "Qué bien esta comiendo" deja de comer. Así que todos tenemos que retener nuestra emoción hasta que termine de comer y ahí recién lo felicitamos por comer todo.
Soy de las que no le insiste ni obliga a comer, aunque ganas no me falten. He visto a muchas mamás estresarse por el tema, desde que los sientan en la silla (que para ellos debe ser la silla de la tortura) y los obligan a comer a punta de llantos, reproches.. yo quiero que el quiera comer, que no asocie estrés con comida. La hora de la comida debe ser divertida y ser disfrutada.
El miércoles fui al pediatra y me pregunto si en las noches Joaquín comía y le dije que en las noches es cuando menos quiere comer. Y me dijo que trate como sea que coma y se acostumbre siempre a cenar. Que si le gustan los tallarines que se los haga todos los días, pero que coma, que varíe, pruebe de todo. Lo ideal sería que coma cosas que realmente nutren, algo balanceado y es justo ahí donde le damos pase a nuestra creatividad. Si el bebé no quiere comer la comida, pues qué es preferible ¿que no coma nada o que coma algo?
Ayer sin ir muy lejos, no quiso cenar lo que había de comida (comió sólo una cucharada), en lugar de eso le di un plátano con miel de maple (me lo rechazó), yoghurt con cereal (comió 5 cucharadas), mixto (como un poco más de la mitad) y galletas de soda (un par). Así son mis horas de cenar, ir probando distintas cosas. Otra que me dijo el doctor es ponerles la presentación más divertida y creativa. Me da flojera porque es un chambón, pero en eso ando (¡paciencia de nuevo por favor!)
Algunas ideas. Les soy sincera, el pensar hacer esto me da extrema flojera, es tener paciencia para hacerle los hijitos, corta poner... pero lo que sea por verlo comer. Yo iré probando y les iré mostrando.
Tips que me están resultando:
1) Si sirves un montón al niño le dará flojera comer todo eso. Modera tus porciones. Moderando las porciones puedes lograr hasta que coman entrada, segundo y algún postrecito.
2) Si le gusta cierta comida, trata de explotar ese recurso. Por ejemplo: A Joaquín le gusta los tallarines así que trato de darle en todas sus versiones con distintas salsa y pueda comer de todo un poco en ellas, pollo en cuadraditos, carne molida, albóndigas, tomate en cuadrado, albahaca, hot dog, hígado, de todo un poco. Aprovechemos eso.
3) No los obliguen a comer algo que no les gusta, vean si encuentran un sustituto de eso, busquen la manera de hacerlo pero no a la mala. Un ejemplo de los tantos que he ido recibiendo (porque a Joaquín no le gusta el huevo). Hay que darle la vuelta a las cosas.
Ejemplo.
- darselo chancado o licuado y mezclarlo con la sopa
- Darle un jugo especial (que lleva huevo)
4) Involucrarlos en el proceso. Si no les gusta el huevo como al mío busquemos la manera que ellos nos ayuden a prepararlos, haganle caritas al huevo, pongan un poco de ketchup.
5) Relajense y disfruten. Sé que es dificil no estresarse cuando los chicos no quieren comer pero si lo haces peor será, todo lo sienten. Mientras tu estés relajada, mejor será para ellos.
6) Canciones para comer. Hagan de esto algo divertido.
La
fiebre del mundial arrasa con todos y termino llegando a mi casa junto con un
contagiado marido. Poco le falta a Bruno para pintarse la cara con los colores
del equipo que apoyará. Yo solía ser (pre convivencia) una chica que le gustaba
ver los partidos del mundial y se emocionaba por la llegada de este. Hoy ya no
puedo decir lo mismo. Siento que hay un cumulo de factores que este año me han
jugado en contra.
a) Ando
más ocupada
b)
Bruno absorbió todo el entusiasmo del mundial, dejándome con un 5% restante.
c) Veo
el mundial hasta en la sopa (si antes era lo mismo no me había dado cuenta,
repito ¿Estaré envejeciendo?)
Además
de esos factores, estuve pensando ¿Cuáles podrían ser las razones por las cuales
una mujer termina detestando el mundial? Francamente, fue muy fácil llegar a
estas.
1)
Falta de atención
Esto no
es novedad, ya lo sabíamos. Es algo que sabemos a ojos cerrados, cuando llegué
el mundial nuestros maridos solo tendrán ojos para el televisor, o por lo menos
hasta que acabe el partido. Es jalado de los pelos tratar de luchar contra la
corriente. Ni intenten, tratar de entablar una conversación durante el partido,
dar noticias importantes tipo "estoy embarazada", hablar del nido...
no se desgasten. Esperen al medio tiempo o al final del partido para tener toda
su atención. No es por defenderlos, pero en mi caso, me pasa lo mismo cuando
veo Grey´s Anatomy. Si el me habla, sobre X tema, yo le contesto que hablamos
al terminar la serie. Dejen que disfrute, recuerden que el mundial es cada 4
años y sumen a esto que se acerca el día del padre... Seamos buenitas.
2) El
mismo tema...todos los días
Aquí
tenemos dos opciones. La primera es seguirle la corriente (si, exacto como a
los loquitos) o unirte al enemigo, para eso tendrás que ver los partidos porque
de lo contrario no tendrás nada que aportar a la conversación y para ti estarán
hablando otro idioma. Yo terminaré por rendirme con el tema del fútbol,
ver los partidos (que de hecho me gustan o gustaban) y ya no tendré que
mirarlos con cara de concentrada pensando "¿Qué diablos estarán
hablando?"
Mas o menos
esta será tu cara al escuchar una conversación de fútbol.
3) Se
comportan de manera infantil
Bueno,
es parte del paquete, de toda esta fiebre futbolera. Tampoco hay mucho
que hacer al respecto. Su niño interior sale y realmente es insoportable. Antes
de empezar el partido están emocionados, luego pasa algo, y todo se lo toman a
pecho. Uy, y si apostaron peor todavía. Si pierden, se deprimen. Si ganan,
festejan en exceso o sacan pican (poco falta para que saquen la lengua
celebrando "su" victoria). La competencia esta a flor de piel. En
conclusión, están fuera de control.
4)
Exceso de publicidad
Aquí
todos aprovechan y quieren su tajada, todos se suben al tren del mundial y
nadie se salva. Una época donde somos bombardeados por el frenesí del mundial y
nos llegan publicidades de todos lados de televisores, iPads, zapatillas,
polos, hasta de leche. En Argentina, sacaron una linda publicidad sobre una
conocida marca de leche con la temática del fútbol y jugadores argentinos.
5) Se
convierten en directores técnicos
Ok,
esta es una de las cosas que más me dan risa. Y lo grabaré, juro que lo haré.
Ver a tu marido gritarle al televisor como si este pudiera hacer llegar sus
indicaciones a los jugadores es realmente gracioso. Un tip, tomado con calma, ríete
pero que no sienta que te estas burlando, recuerda que son un huracán de
emociones por esos días y todo, absolutamente todo se lo toman a pecho. Hazlo,
caleta no más. ¿Quién sabe y terminas gritándole a la tele también? Recuerda,
si no puedes contra ellos, únete a ellos.
6)
Gritos: Esto va de la mano con lo anterior. Si una de esas asusta a mi bebé.
juro solemnemente que le desenchufo la tele y escondo el control. Hay que
medirse, no pido que vea el partido en estado "mute" pero que no
grite como loco (como el señor de arriba). Al menos que tu bebé se una a la
fiesta y no le de miedo, normal supongo.
7)
Cambios de humor
Lo más
probable es que en esta etapa se parezcan a una púber con las hormonas
desquiciadas. Pasan por distintas facetas, son un huracán de emociones.
Fase 1:
Entusiastas, esperanzados, emocionados
Fase 2:
Nerviosos, ansiosos.
Fase 3:
Mal humor, gritan, histéricos.
Fase 4:
(Depende del desenlace) Si ganan, celebran, sacan pican, saltan y gritan. Si
pierden, entran en trompo y se deprimen.
Pueden
pasar de una fase a la otra en cuestión de segundos. En caso que su equipo
pierda, huye mi imperfecta, huye. Por lo menos, hasta que se tranquilice, de lo
contrario estarás escuchándolo hablar del tema una y otra vez.
Hace unos días llegó mi mejor amiga de Francia, a quien no veía hace un año. Ella también es mamá y la pobre allá no sale nunca tampoco. Mónica, su prima, nos convenció para salir las tres y olvidarnos por unas de los pañales, las comidas, biberones, etc. Era una oportunidad única, difícil de rechazar sinceramente. Después de todo, lo merecemos.
Sofía y yo estábamos un poco nerviosas, en realidad ella lo estaba más. Era la primera vez que salía tanto tiempo y de noche. Yo recuerdo haber estado así, las primeras veces que tenía que dejar al bebé. Felizmente, el papá de mi sobrino es súper bueno y el bebé se adapta muy bien a su padre, así que por ese lado estaba tranquila. Sabía que si algo pasaba la llamarían y al toque volveríamos. En la discoteca, hemos bailado a morir entre nosotras tres como si no fuéramos a hacerlo de acá a un buen tiempo (literalmente hablando).
Me divertí como loca, hemos bailado y reído a más no poder. Sin embargo, al día siguiente todo fue un suplicio tanto para mi como para mi amiga (ella no durmió casi nada desde que llegó a su casa). Por mi parte, un par de tragos hicieron que vea estrellitas en la mañana, debe ser la falta de costumbre, o que el cuerpo de una madre cambia (y ya no aguanta las juergas), tal vez es el karma (por divertirnos mucho... ok, que pase el complejo de culpa), ¿la vejez? (¿en serio, a mis 28 años?)... no lo sé... lo único que sé es que cuando era más chibola (¿vieron el más? #mesientochibolaaunmodeon) me levantaba fresca como una lechuga (tomando más incluso). La cruda verdad, es que hoy mis imperfectas, mi recuperación etílica y juerguera por así decirlo es tan lenta como un oso perezoso. El cuerpo y la cabeza me dolían, nada que tres cafés a la vena no me permitan pararme y afrontar el huracán Joaquin sin morir en el intento.
Las cosas ya no son como antes, eso me queda claro, no me estoy haciendo más joven y es una verdad que a veces a las mujeres nos cuesta aceptar. No extraño mi etapa de salidas, ya viví bastante de eso felizmente. Siento que estoy en una etapa la cual no cambiaría por nada. Sin embargo, me divertí en exceso y no paré de bailar desde que pise la discoteca hasta que me fui. Le saqué el jugo a mi salida. Al principio me sentí un poco oxidada, extraña, pero pronto agarre el ritmo y nadie me paró. No podía dejar pasar la oportunidad de bailar canciones que no sean infantiles o las de Disney Junior.
Mi consejo es que, si alguna vez se les presenta una de esas oportunidades únicas (si, como las de los comerciales) no la desaprovechen. Una a las quinientas, no es malo (para nada) tener un momento para distraernos, relajarnos, divertirnos fuera de casa. La maternidad a veces puede ser abrumadora y qué mejor que pasarlo con amigas que quieres. Nos lo merecemos (¡he dicho! #serealcadesa). ¡Nadie me quita lo bailado!
Esta sorpresa se las tengo hace meses, pero como no era temporada no las podía sacar. Ya hace frío y tengo estas dos pijamas talla 2T para niña y niño.
Son bien ricas y abrigan buenazo, Joaquín tiene dos de estas y el es feliz. Duerme abrigadito. A mi me encantan, no sólo porque abrigan bien rico sino también porque me gusta el diseño de dos piezas con botones y el estampado.
* Si tienen bebés que aún no les vaya a quedar por ser muy grandes, participen de todos modos (algún día les quedará y servirá de mucho).
* Si tienen niños más grandes y esta talla les va a quedar muy chica, participen de todos modos, siempre encontrarán a quien poder regalarla (babyshower, cumples, etc)
Se viene otro showroom "La casa de la Tata" con una gran y linda sorpresa, esta vez además de reunir a 50 lindas y buenísimas marcas de diseño independiente, incluir talleres y charlas muy útiles para los padres, también se realizará ayuda social. Sí ustedes mis imperfectas, son como yo, y siempre están buscando cómo ayudar, esta oportunidad no se la pueden perder.
La Tata, se ha juntado con Juguete Pendiente, quienes siempre trabajan con distintos albergues infantiles. Esta vez trabajaremos con un albergue para niños con cáncer que viven en provincia y viajan a Lima para recibir su tratamiento en el INEN (Instituto Nacional de Enfermedades Neoplasicas). Este albergue ofrece hospedaje, asistencia social, alimentación, enfermería y apoyo moral para estos angelitos.
¿Cómo ayudaremos nosotras?
Para este showroom haremos una tómbola, todos los que traigan donativos recibirán un ticket para participar de ella. En caso no traigas donativo, puedes comprar un ticket los cuales tendrán el precio de 5 soles (la plata recaudada se usará para comprar más mantas y abrigo). Otra forma en la que puedes ayudar, es compartiendo este post y difundiendo sobre esta buena acción. Compartan esta información en sus trabajos, colegios, nidos, amigos y familiares.
¿Qué donativos puedes traer?
- Mantas
- Ropa de abrigo (en buen estado y limpia)
No necesitamos vivir de cerca una experiencia relacionada con esta horrible enfermedad para poner nuestro granito de arena. Esta enfermedad, no distingue de edad, clase, raza ni estatus. Es una enfermedad que se le puede presentar a cualquiera y nadie esta libre de eso. Los tratamientos son carísimos y muy largos. En esta ocasión, sólo estamos pidiendo que donen ropa de abrigo y mantas o frazadas, para este albergue que ya tiene más de 50 años ayudando esta causa.
Aquí les dejo el horario de talleres gratuitos que se estarán dictando. Yo estaré dictando "Sobreviví a los terribles dos" si están interesadas pueden inscribirse en latataperu@gmail.com La dirección (en caso quieran ir a visitar el showroom y hacer sus donativos) es Av. 28 de Julio 328 Miraflores. El showroom va desde el 5 al 8 de junio.
Les traigo un dato que le va a interesar a más de una imperfecta. Colloky ha inaugurado hace unos días una nueva tienda en el Centro Comercial Real Plaza Salaverry y están con el 30% de descuento. Si no conocen esta linda marca (una de mis favoritas) para niños, les cuento un poco sobre ella. Aquí puedes encontrar ropa de 0 a 12 años, venden ropa, accesorios y zapatos. Como mamá la súper recomiendo.
Los diseños son lindos, muy combinables, súper a la moda, juveniles y divertidos tanto para ropa como para zapatos. Hay un detalle digno de compartir sobre esta marca el cual me encanta. Ellos han clasificado el calzado en 4 etapas: bebé, gateador, primeros pasos y formativo. Cada etapa es totalmente distinta a la otra y muchas veces suelen vender los mismos zapatos para niños sin importar en la etapa en la que se encuentren. Es por eso, que Colloky pensando en la necesidad de cada etapa saca zapatos especiales para cada una de ellas considerando únicamente el bienestar del bebé. Así que si van a comprar zapatos para sus nenes recomiendo que lo hagan en Colloky.
Mi hijo, podría decirse que es un niño Colloky de pies a cabeza. Tiene jeans, (el 90% de los zapatos son de Colloky) polos y muchas poleras y chompitas (que por cierto abrigan riquísimo) con lindos diseños.
Frontis de la tienda, la pueden encontrar en el Real Plaza tienda 303 (tercer piso).
Zapatos para niñas: ¿Diganme si no son unas bellezas? Les paso un dato que tengo que compartir, ¡hay algunos modelos que puedes encontrar en tallas para grandes! Yo encontré unas botas lindas en mi talla.
Zapatos de niños: Estos son algunos que vi, hay muchos más. ¡¡Son unas hermosuras!! Quedé enamorada de las botas verdes...¿Quién dice que los niños no pueden usar botines?
Estos son algunos outfits que me parecieron lindos, me quería llevar todo. Les dije que la ropa era muy combinable una camisa podía ser combinada con 3 distintos tipos de pantalones. Eso me encanta.
Ropa niña: Estas son algunas que vi, me derretí y quise tanto tener una mujercita, la ropa es bella y divertida. Me daban ganas de preguntar si no había para mi talla en algunas cosas...
Ropa niño: Estas son algunas cositas que vi para niños (hay mucho más) chalequitos, chompitas, pull olvers, poleras... lindo todo. Por favor miren el detalle de las coderas en la camisa!
¿Dónde pueden encontrar todas estas hermosuras? En Colloky del Centro comercial Real Plaza (están con 30% de descuento). La tienda la encuentran en el tercer piso (tienda 303). Pueden meterse al Facebook de Colloky para estar atentas a las promociones y eventos que tengan. Les dejo el link:
La otra vez volví a ser niña y la pase muy bien. Me tire al grass, me revolqué, ensucié, y acabé igual de sucia como mi bebé acababa después de jugar en el jardín. Cuando terminamos lo lleve al baño para limpiarnos un poco, me mire al espejo mientras lo cargaba y recordé las tantas veces que le preguntaba o decía a mi hijo "¿Cómo haces para ensuciarte tanto Joaquí?", ahora ya lo sé. Antes cuando lo llevaba a jugar al jardín podía corretear con el, me sentaba en el jardín, jugábamos con la pelota pero no solía ponerme a jugar de la misma manera como lo hice ese día. Ese día me importo un rábano mi ropa limpia, el pasto en mi cabeza o que se me trepé alguna hormiga... lo imite y deje mis manías de adulta a un lado. La pase genial.
Cuando Joaquín era bebé solía darle ataque de risa ver una bolsa caer. Algo tan simple le arrancaba carcajadas a mi hijo y aunque nosotros no entendíamos qué era lo gracioso, nos matábamos de la risa verlo tan feliz, ni qué decir del sonido, lo volvía loco. Le poníamos los juguetes que le comprábamos o nos regalaban, con lucesitas, música y tanta vaina y el solo quería jugar con la bendita bolsa. Así que a su diversión le incluimos la bolsa de papel, la de los cornflakes (la platinada), las de supermercados, incluso la de bolitas de aire y el era feliz con todas. Luego su diversión (cuando era bebé) pasó a las botellas de plástico vacías, y cajas de cereales. Nadie lo entendía, tenía tantos juguetes y el optaba por cosas tan simples. Es por eso que en mi casa se ganó a pulso el apodo "Reciclator".
Hoy ya no se mata de la risa con las bolsa, pero jugar con el crea el mismo efecto. En algún lado leí algo muy cierto "el mejor juguete para los hijos somos nosotros mismos" y cuánta razón tiene. No hay momento que Joaquí sea el niño más feliz del mundo que cuando juega con nosotros o con las personas que quiere. Escuchar su risa, sus gritos, y ver lo feliz que es hasta llegar al punto de , abrazarnos y darnos besitos (como agradeciendo) me dan ganas hasta de llorar de la emoción.
Ese día volvi a ser una niña junto con mi hijo, deje la mujer adulta a un lado y simplemente disfruté, me dejé llevar y que bien se sintió. Los niños son simples, más de lo que imaginamos, para ellos más que un juguete con miles de luces y cosas, un tiempo bien dedicado (lejos de distracciones como el teléfono) es más que suficiente. Construyamos recuerdos difíciles de ser borrados con el tiempo. Ensuciarse, jugar y volver a ser niños no nos caería mal de vez en cuando. ¿Y ustedes cómo juegan con sus hijos?
Desde
el día de ayer note a Joaquín más decaído de lo normal, muy lloroso, no quería
despegarse de mi y no comió casi nada en todo el día. Parecía un monito
colgado de mi cuello y cada vez que podía se me acurrucaba en el pecho. En la
noche, le subió mucha fiebre y durmió conmigo abrazado de mi toda la noche. A
la mañana siguiente comió muy poco, vomito, y de ahí le vino una mega diarrea,
le subió fiebre y estuvo todo el día en brazos prácticamente.
Voy
casi 3 horas en la misma posición sin moverme un centímetro, sin almorzar pero
poco me importa, tener a mi bebé abrazado tanto tiempo (aunque el este dormido)
es riquísimo no lo cambio por nada. Estoy escribiendo desde mi celular mientras
lo observo. Estamos echados, el ha tomado la postura de un bebito chiquito. Se
ha echado boca abajo con su carita enterrada en mi pecho, escuchando los
latidos de mi corazón (se quedó dormido), se acurruca y se pone en posición de
ranita, tal y como dormía cuando era un bebe recién nacido.
No
puedo evitar sentir mil cosas, es increíble verlo tan aferrado a mi, tan
dependiente como si yo fuera la única persona en este mundo que puede calmar su
molestia, soy su primera opción ahora que se siente vulnerable, el olerme y
escuchar mis latidos lo tranquiliza como cuando era un bebé recién nacido, es
como si nunca se hubiera olvidado de eso. Soy la única persona en este mundo
(ahorita por lo menos) que necesita y no puedo evitar sentirme especial muy
especial por eso, y desear o esperar que pase lo mismo cuando crezca y tenga
problemas que recurra siempre a mi como ahora.
Lo
miro, lo abrazo, lo beso...escucho su respiración agitada, lo siento caliente
de nuevo, se queja y solo quisiera tener algún poder (además del que tengo
ahorita mismo) como sacar este malestar de su cuerpo y transferirlo al mío si
es necesario. Yo siempre estaré aquí, dispuesta a desvelarme, a ayudarlo, engreírlo
si es necesario, reconfortarlo, atenderlo, cuidarlo hasta cuando el lo necesita
o quiera.
